La ficción y la naturaleza se unen para contar una historia basada en hechos reales, un lugar para soñar en el viaje con el que nos traslada Gerardo Olivares, su director; El faro de las orcas, nos traslada a la Península Valdés, en plena Patagonia argentina, para contarnos el bello relato con el que sus protagonistas deambulan en la búsqueda de los valores esenciales de la vida.
El encuentro con el espíritu de la naturaleza en la soledad del inhóspito paisaje para tratar la enfermedad que sufre el pequeño Tristán, aislado del mundo, sirve de trama argumental de un film cargado de sensibilidad idispensable para la supervivencia.