Orfeo, que según la mitología griega era hijo de Calíope y Apolo, hereda de ellos la pasión por la música y por la poesía; y va enfundado en una túnica corta, acompañado de su Lira, y tiene como habilidad el de encantar a hombres y animales, por lo que casi siempre le acompaña un perro. Madrid, tiene un pequeño espacio del cual le sirve un pequeño homenaje.
Situado a escasos metros de la Plaza Mayor y en dirección a el Palacio de Santa Cruz (antigua carcel de la corte, cuando Felipe IV en el Siglo XVII, y que ordena a su arquitecto de cámara, Juan Gomez de Mora, la ejecución de éste proyecto) se encuentra en la pequeña Plaza de la Provincia; anteriormente estuvo situada en el centro de la plaza, hasta mediados del Siglo XIX, que fué desmontada.