Excelsa, conciliadora, con tono histriónico... un dialogo atemporal sobre los sentimiento de una mujer que acaba de perder a su marido, un viaje por los recuerdos en aquel mes de marzo de 1966. Lola Herrera mantiene el idilio con Miguel Delibes a través de Cinco horas con Mario.
El encuentro no es casual, Lola y Carmen Sotillo se reencuentran en un relato premonitorio de una sociedad encerrada en si misma sobre unos sentimientos y juicios de valor que a día de hoy podrían parecer increíbles.