Es uno de los rincones gastronómicos de la villa, que ha sabido mantener en el tiempo los sabores de la vieja cocina castellana, y madrileña después, es Casa Pedro. Uno cuando llega a Fuencarral, cree haber dejado la gran ciudad, y adentrarse en un pequeña villa por donde hace décadas el viejo tranvía de vapor que cubría la linea entre Cuatro Caminos y Colmenar Viejo, realizaba una parada en las afueras de lo que entonces era el pueblo y hoy distrito de Fuencarral.
Cuando decido visitar Casa Pedro, me alegra saber, que ese espiritu de restaurante taberna aún se mantiene, y mas cuando veo, el ambiente familiar con el que se regenta a través de los varios siglos, y que la familia Guiñales lleva en la conservación de la vieja fonda y casa de comidas desde 1702.