El enfrentamiento entre el joven prodigio americano Bobby Fischer y el frío e invencible campeón soviético Boris Spassky, marcó un antes y un después tras su enfrentamiento por el campeonato del mundo de ajedrez de aquel año, fué considerada como "la partida del siglo" en un duelo sin precedentes en plena Guerra Fria.
Corría 1972 y durante varias semanas Reikiavik se convirtió en el campo de batalla para tan insigne competición, todos los ojos estaban puestos en algo más que una partida de ajedrez, un acontecimiento con un contexto sociopolítico que cobró proporciones mediáticas nunca jamás vistas.
La Partida del Siglo fué considerada como un asunto nacional para el prestigio americano, por aquel entonces bastante deteriorado tras el papel derrotado que se estaba dando en el conflicto bélico de Vietnam. la supremacía americana se tambaleaba ante el poder soviético.