Una turbadora relación entre un hombre maduro y una nínfula en el proceso de fascinación y enamoramiento convierte la atmósfera romántica de sus personajes en un desenlace tragicómico. El arrebato pervertido y de seducción inconfesable con el que él misántropo actúa le conduce, como bien dice a "una ruina de tres pares de pelotas".
La adaptación teatral que David Álvarez hace de La Flaqueza del Bolchevique sobre la novela homónima de Lorenzo Silva, finalista en 1997 del premio Nadal, nos invoca a reflexionar sobre los juicios equívocos y sentimientos inconfesables que a menudo sobrevuelan en nuestra sociedad.