Los mentideros de la villa.

Era el Madrid, de la villa, de la corte... tiempos donde Felipe II proclamara Madrid, la capital, su capital, lugar de su reinado; el Madrid, que durante el Siglo XVI tuvo innumerables cambios... el conocido como Siglo de Oro, tambien el XVII, donde escritores, pintores, creadores, pensadores... Cervantes, Lópe de Vega, Calderón, y Velazquez... aquel pintor de cámara de Felipe III y IV, el Barroco, el Renacimiento... fueron clave para la expansión de nuestra ciudad; cultura y arte. Muchos cambios llegaban a Madrid, y muchos para quedarse...entre sus calles, en sus arrabales, el Madrid de los Austrias, el de Las Letras, el de la villa y corte... Madrid estaba preparada.

Pero también eran años donde la muchedumbre quería estar al tanto, de lo que por sus calles pasaba, de lo que se decía, se comentaba, se hacía... los famosos mentideros de la villa.

Convento de San Felipe el Real.

Los mentideros, eran lugares de encuentro para querer saber, donde se mezclaba un público muy distinto entre sí, y donde se intercambiaba informaciones o cotilleos, donde según estaban situados, la especulaciones iban en un sentido o en otro; en la villa, tres eran los lugares de encuentro.

1. Representantes. En pleno barrio de las letras, calle León, con la desaparecida plazuela del mismo nombre. De allí los cotilleos iban encaminados al mundo del teatro y las letras, de los autores mas consagrados, con los que querían serlo. (representantes y actores)
2. Las Gradas de San Felipe. En la puerta del Sol con calle Mayor, aquí se ubicaba el Convento de San Felipe el Real, el desnivel que tenía la iglesia, en sus escaleras de acceso. La cercanía a la Real Casa de Correos, su lugar de paso... encuentros con amigos, conocidos o amantes.Hoy está la Casa de Cordero (construido tras la demolición a mediados del Siglo XIX), entre Esparteros y Correo.
3. Losas de Palacio. Se ubicada en la parte delantera de El Alcazar. Allí la gente iba buscando favores o concesiones; y era lugar para que el pueblo pudiera ver a la realeza en sus salidas.

También se cuenta, que era el mismo Felipe II, el que mandaba a soldados, para ver lo que el pueblo comentaba; y no erá nada raro ver a la misma gente desocupada, recorriendo los tres lugares de tertulias o mas conocidos como los mentideros de la villa.