Alojarse en el centro de la ciudad, hoy en día es un autentico lujo, y si encima el sitio elegido es un edificio con mas de 400 años, aún el encanto es mayor; la vieja posada que en 1610, su fundador Juan Posada levantó y que por aquel entonces hasta nuestros dias, ha dado nombre a éste tipo de alojamientos, es el establecimiento de huéspedes mas antiguo de España, y que nada o poco se parece a lo que hoy es el exclusivo y elegante Hotel Petit Palace Posada del Peine.
Situado en un enclave histórico de la ciudad, el Madrid de los Austrias y a un paso de la Puerta del Sol y la Plaza Mayor, con el Palacio de Santa Cruz visto desde sus balcones afrancesados, esquina con la calle Marques Viudo Pontejos y la calle Postas, donde por aquel entonces, en la villa y ya corte, llegaban en carruajes y diligencias para encontrar un acomodo en su visita, los caballeros y forasteros, tras un largo viaje.
La pionera posada del Siglo XVII, albergaba cerca de 150 habitaciones, siendo las de mayores dimensiones y luminosas las habitaciones exteriores, con delicados balcones y ocupadas por señores de mejor rango, que las interiores, cuartos minúsculos que apenas tenían cama y mesita, mas modestas y humildes, y que ni siquiera contaban con una digna ventana a la calle, hasta el punto que en la jerga castiza se acuño con desprecio a lugares como éste; incluso en el discurso de premio nobel Camilo Jose Cela, en su ingreso en la Academia de la Lengua, se refería al lugar como "histórica, destartalada y entrañable Posada del Peine".
Mucho se habla y se comenta de los pasadizos secretos que se localizaban en el subsuelo, que enlazaban con la cercana plaza mayor y de allí al antiguo Alcazar, hoy Palacio Real; también de una habitación, la 126, de donde según parece y cuenta la leyenda, señores o caballeros, mal avenidos buscaban un lugar donde esconderse.
La distinción de ésta posada, era la diferencia con el resto de establecimientos de la villa, -su peine-; un distintivo de higiene, y que se encontraba atado a los pasamanos de los lavabos de las habitaciones mas reconocidas y así evitar que tal forastero pudiera hurtarlo, tan real, como sinónimo de buen hacer para ésta posada, y símbolo a dia de hoy de la nueva Posada del Peine.
La familia Posada durante casi dos siglos, fué dueña de ésta singular y pionera posada, hasta que en 1796, se decide traspasar la propiedad a los Hermanos Espino, y son los que dirigen y ordenan al arquitecto Francisco Alvarez Acebedo su ampliación, en base a la licencia, en el cual se permitía levantar una nueva planta en las dos fachadas del edificio, bajo el control del insigne Juan de Villanueva, arquitecto municipal, autor de la Plaza Mayor.
Durante los siglos restantes hasta la actualidad, la posada, ha crecido en altura, como en anchura, hasta unirse en los tres edificios, de los que forma parte la Posada del Peine. Tuvo su mayor esplendor y prestigio en los primeros años del siglo XX, antes de la construcción de los grandes hoteles de la ciudad.
Muchos dueños tuvieron en manos desde sus inicios la antigua posada, entre ellos una comunidad religiosa, hasta que fué vendida a la casa de relojes Girod, y que a dia de hoy sigue sigue siendo propietario de éste marco tan exclusivo, ocupando para su taller, la primera y última planta, diferenciados por el tono de su fachada.
En su fachada principal y puerta de acceso, fué colocado un templete con un antiguo reloj, en la conmemoración del IV Centenario del descubrimiento de America; podemos contemplar también, como los tres edificios de los que consta la posada, tienen tres éstilos arquitectónicos diferentes, al corresponden con distintas épocas en su construcción. Su declive y cierre llegó en 1970, ya que los visitantes demandaban otros lugares de descanso, y con mas comodidades que las que hasta el final de ésos días, desprendían de la obsoleta posada.
Una fuerte inversión realizada por la cadena High Tech Hoteles, en 2006, consiguió renacer a éste lugar privilegiado en su situación tan estratégica, y poco o nada tiene que ver con aquella originaria posada, de tan recordado peine como articulo de lujo, habitaciones pequeñas... para pasar a un moderno y coqueto hotel, con amplias habitaciones, reduciéndolas a 67, para mayor confort del cliente, incluyendo habitaciones abuhardilladas, con camas grandes, duchas de hidromasaje, sauna e incluso rayos UVA, y todo tipo de comodidades de última tecnología, como acceso a Internet, ordenadores en todas las habitaciones y televisiones de plasma, cuenta también con servicio de bicicletas para el visitante.
Su estructura interna permanece en el tiempo, y podemos disfrutar de su escalera y vigas de madera de pino, las cuales, han conseguido mantener en pie al edificio hasta de día de hoy, se han recuperado columnas de hierro fundido o cristales grabados, decorando con un pictograma todo el espacio de la escalera con un arbol, y ramificaciones por todas las habitaciones, es sin duda un detalle de lo que es a dia de hoy éste espacio, la nueva Posada del Peine, un hotel de diseño de estilo muy minimalísta, con tonalidades en blancos y naranjas, mezclado con el ladrillo visto y bien lucido.
No cabe duda, que tras el paso de los siglos de sus existencia, el nuevo Hotel Petit Palace - Posada del Peine - es un símbolo y una referencia para el visitante de éste Madrid, del Siglo XXI.
Hotel Petit Palace - Posada del Peine - ****
Calle Postas 17
Telf. 91 523 81 51
posada@hthoteles.com /web.
<Metro Sol-Opera>
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