El personaje de chispero se hizo muy popular ya desde mediados del Siglo XIX, rememorando al Madrid castizo, donde los sainetes formaban parte importante de las artes escénicas de la villa. Un chispero, era un artesano herrero que trabajaba en la fragua; varias eran las que se ubicaban, se dice que en la zona norte de éste Madrid primitivo del Siglo XV.
Se dice que el chispero, era una persona guapa, chula, pícara, y con chispa en sus ocurrencias. Ya en el Siglo XIX, formó parte junto a los personajes castizos, de los manolos y las manolas, en los entreactos teatrales. Los Sainetes eran piezas dramáticas, de carácter satírico, irónico, cómico y popular.
Los ´chisperos´ (Monumento a los saineteros)
Como homenaje a los saineteros de entonces, se levantó un monumento en 1913, en la Glorieta de San Vicente, éste grupo escultórico fué realizado en bronce por el autor de monumento a Cervantes de la Plaza de España; Lorenzo Coullaut-Valera; años después en 1932, cambió de ubicación, y pasó a una plaza sin nombre, que se encuentra entre la calle Luchana, Manuel Silvela y Francisco de Rojas.
La composición de éste grupo escultórico, lo forman una pareja tipica madrileña, unido a una manola, y tras ellos, el chispero. En el pedestal, los bustos de los autores, Ramón de la Cruz, Ricardo de la Vega, y de los musicos, Federico Chueca y Francisco Asenjo Barbieri. En los bajorrelieves, podemos encontrar dos escenas tipicas de las zarzuelas, Pan y Toros, y otra de la Verbena de la Paloma.
