"Me gustan los cuadros que me dan ganas de pasearme por ellos cuando es un paisaje..." aseguraba Pierre-Auguste Renoir como filosofía de creación; su hijo, el cineasta Jean Renoir destacaba que “miraba las flores, las mujeres, las nubes del cielo como otros hombres tocan y acarician”, una concepción sensorial por encima del espectáculo visual del que transmitía su arte impresionista.
El Museo Thyssen-Bornemisza acoge éstos días la exposición,´Renoir: Intimidad´, una retrospectiva sobre el pintor francés a través de las 78 obras impresionistas más emblemáticas del artista procedente de museos y colecciones de todo el mundo, un recorrido por las distintas etapas de su trayectoria.