Pastelerias HORNO DE SAN ONOFRE (1972)

Encontrar un lugar donde poder disfrutar de los pequeños y agradecidos placeres, en una ciudad tan cosmopolita como Madrid, donde todo trascurre muy deprisa de un lado para otro, es posible; y si encima lleva incluido un trato de amabilidad, cercanía y generosidad, no puede ser mejor la combinación, garantía de éxito para su fiel clientela desde su obrador; así empezó el ´jefe´ (Daniel), como definen sus propias hijas (Mónica y Ana) a su padre, en éste negocio familiar, cuando decidió abrir una pastelería en la calle San Onofre, entre los barrios Triball y Malasaña.

El viejo local donde se inició como pastelero Daniel, tenía de nombre "el buen gusto", una vieja pastelería galdosiana, y del que hiciera con mucho trabajo y sacrificio, la continuidad de su profesión, aprendida de su padre, desde la infancia; su original nombre, ya intuía, lo que después con el paso de los años, endulzaría a tantos clientes de ésta ciudad, con la creatividad de su repostería y manteniendo los tradicionales productos de siempre con las mejores materias primas para su elaboración.

Pastelería EL RIOJANO (1855)

Cuando el arte se convierte en dulce, es fácil caer en la tentación de elaborar con recetas de siempre,  todas las garantias para éxito del dia a dia, es así como se trabaja en el obrador de la Confitería Pastelería El Riojano. Este éxito se debe al modo de elaboración con los medios tradicionales y de manera artesanal, unido a las mejores materias primas que reciben a diario de su lugar de origen, como su mantequilla, recibida desde Tineo (Asturias) para la elaboración de su amplia variedad de dulces.

En el obrador de El Riojano, se funden sabor, história y tradición a partes iguales, desde que en 1855,  Dámaso Maza, el entonces pastelero personal de reina regente Maria Cristina de Habsburgo, decidiera establecer ésta confitería en las cercanías de Palacio, en el 10 de la calle mayor.